lunes, 8 de octubre de 2007

La éTiCa reSuLTa un LiMitE?

Un artista nicaraguense montó una exposición llena de intenciones y críticas sociales completamente válidas, pero sin embargo su muestra estuvo plagada de elementos polémicos. Se trata del costaricense Guillermo Vargas, (Habacuc es su nombre artístico). Su obra de arte consistió en un perro callejero que ya estaba viviendo las ultimas penurias del hambre, una fogatita de crack y marihuana musicalizada con el himno sandinista pasado al reves.(ver nota)

Todo esto se fundamenta en una crítica a la hipocresia de la sociedad y a la ceguera del ambiente cultural respecto problemáticas sociales. De verdad que hay mucho de cierto en el mensaje pero me parece que el arte o el mensaje no pueden justificar ciertas crueldades. Siempre nos manejamos en un contexto social donde existen suceptibilidades, de repente en Argentina se armó un escandalo por las muestras de Leon Ferrari que tenían ciertas evocaciones a símbolos católicos y el en caso de Habacuc las críticas se centran en el perro que se murió de hambre pero nadie se fija que se vapuleó un simbolo del movimiento sandinista o que se hizó una gran fumata.

No soy en absoluto partidaria de la censura simplemente planteo una cuestión: la mayoría de las profesiones y oficios se enmarcan en ciertos códigos de ética, considero el arte como una herramienta vital para la expresión de la condición humana. Pero como toda expresión debería guardar ciertas prudencias, en el ámbito del arte ya se está discutiendo (ver opiniones) y no es la primera vez que se torna central este tema: existió alba el conejo radioactivo, o aquella fotógrafa que retrataba el llanto de niños y se puso sobre tela de juicio el modo en que lograba los gestos.

Comprendo que el arte es subjetividad neta pero insisto en que se crea para otros y que el arte también es una profesión. Y como tal no debería limitarse la riqueza de su lenguaje ni encarcelar la libertad de su mensaje, solo que algunas veces el medio de expresión resulta demasiado crudo para la sensibilidad del espectador y el sentido de la obra se diluye en polémicas respecto las formas. Costumbre del consumismo, quedarnos en la cascara olvidando el contenido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no es ncaraguense,es costarricense...

Anónimo dijo...

tenes razon maria luisa, se me escapo el país equivocado, ya lo corregí.

Alguien se va a animar a escrribir algo jugado???? cuak!


La autora

Anónimo dijo...

sea la nacionalidad que sea no deja de ser un snob pelotudo