martes, 25 de septiembre de 2007

DiGo.... Me PaReCe... Ke Se ShO

Soy lo que consumo? Consumo lo que soy? Qué sentido tiene la cultura?
La cosa viene más o menos asi… yo despierto, tú despiertas, él despierta. Desde que despegamos los parpados nos rodean objetos que hacen a nuestro consumo cultural.

En mi caso: apago el despertador y las cosas empiezan a hablarme… los libros me reclaman algún estante para poder despegarse del piso, el suplemento Ñ de hace 2 meses se asoma por debajo de la cama, entre la colección de toppers encuentro 700 mb de música indie (musicaqueee?) mientras que un cuadro que almacena entradas a recitales de rock deja caer una baketa –(trofeo de un rectal asi) que cuelga del mismo clavo.

Más allá del evidente caos que es mi lugar, quiero pensar sobre si todo lo que consumimos nos ayudan a construir nuestra identidad. Digo… todo el tiempo nos cruzamos con pibes que hacen esto (mis respetos a sus golpes), esto (a este sacale el volumen xq es secapelo), esto (de ellos ya hable) o esto (muy colgado), además de toooodas las otras “tribus” urbanas que hay. Todos se identifican por sus usos culturales.

Entonces, hasta que punto soy lo que soy o soy lo que consumo. Lo que los otros perciben de mi es más real que eso que yo creo ser? Naaaa, eso es demasiado existencial… intento de nuevo: mis cosas y costumbres pueden o no pueden ser mi carta de presentación?

Me resulta jodido definirme por mi consumo cultural porque corremos el riesgo de quedarnos atrapados en lo que parece y dejar que los valores e ide(ologi)as de cada movida se escurran.
Para redondear y darle sentido a esto: se me ocurre que ni las vanguardias ni el arte se escaparon a la sociedad del consumo (mira ya tiene forma), y gracias a esto de un día para el otro puedo ser una aplicada y primorosa estudiante para pasar a ser un intento gótico o medio freaky. Es todo cuestión del imperio de la imagen.


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