Asi que estimado sr. quioskero:
Cuando le pida en medio de una voraz gula de estados alterados un paquete de OREO, le estoy pidiendo un paquete blanco y azul con galletitas muy oscuras y crema muy blanca... Nunca pero nunca jamás se me ocurriría saciarme en plena madrugada con la cara de un oso simil panda rellena de una crema color verde fungi.
1 comentario:
Brillante. En este texto la autora deja plasmado el espíritu controversial de una sociedad que no tiene límites a la hora de la saciedad. Es bien claro el ejemplo de las OREO (recomiendo ver la película AUGUST para aprender la pronunciación exacta) pero pudieron haber servido otros ejemplos. Incluso pudieron haber servido milanesas con puré (y un vinito), ya que las artimañas que esgrimen las paradojas abiertas de América Latina de baño y en otros lugares las llaman bañeras o bañaderas. Aunque todos sabemos que las bañaderas son vehículos símil autobuses para el transporte de escolares.
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