Viernes. Hoy es viernes. Mientras los vasitos térmicos se apilan aromatizando la oficina con perfume de café me repito una y otra vez que no lo voy a hacer más. Salir un día de semana digo. NO-LO-HA-GO-MAS!!!
Sorpresivamente el jueves de esta semana se vino con muchas propuestas. A la tardecita me di un girito por la Casona Municipal, donde la atmósfera parecía más el living de mi dpto. que un centro cultural. Había una muestra de revistas independientes locales que podía leer mientras a unos metros a mi costado estaba Oddone con otros muy concentrados sobre las bandejas como si estuvieran en una suerte de laboratorio, haciendo de las suyas… siempre bien. Visuales, revistas, música, la gente de siempre… propuesta impecable, más que un evento era un momento de producción artística. Una verdadera tarde de reunión freestyle.
El sol se puso a jugar a las escondidas entre los edificios del down town pero no había lugar para el sueño. Es que era una oportunidad imperdible. Era una fecha aniversario. Imposible no estar en la fiesta aniversario de Dorian Gray. Cualquiera que haya pasado alguna noche y se haya divertido con sus performers tiene la obligación de ir al abasto a una fiesta de este calibre. Cuestión. Coronitas de plástico para las chicas, drags repartiendo copos de azúcar y globos acorazonados, daikiri libre, como siempre Lebihan en la cabina. Un local renovado recibía a la gente que cada vez fue más y más. La pista pop está más amplia y devuelve ciertas luces alteradas desde los corazones de espejitos que hay en las paredes.
Era jueves, hoy trabajo. Y lo peor es que voy a seguir yendo. Porque estábamos los mismos de siempre, aunque muchos de esta fauna anden por otros continentes. Creo que Córdoba me volvió a enamorar. Podría decirse que Cba despertó del letargo en el que se aburre durante los veranos. Busco otro café y brindo por eso…. Chears!
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