lunes, 7 de julio de 2008

Supongamos...

"Colour me Kubrick" es sin dudas una de las películas más extañas que vi en el último tiempo. No porque sea genial, sino porque su argumento es totalmente lento y camina por una soga que no conduce a ningún lado. Sin embargo los detalles del arte y las actuaciones son fantásticos.
Igualmente me generó la misma sensación que con Capote, donde el rasgo de la homosexualidad se explota hasta el cansancio absorviendo casi todo a su alrededor.
No me gusto, pero la vi hasta el final. No pude ser tan tajante. La marquesina y el menu se llevan los méritos en este caso, según mis parámetros. Adorable cajita, diluvio de pochoclo ácido.

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