Hay un perro en una terraza a dos terrazas de mi terraza. Ese perro tiene la terraza cerrada y ve el mundo por el espacio cuadrado de cuatro cuadrados que abrieron en las paredes. Y por ahí lo veo, caminar de un costado a otro, mirando un mundo cuadrado, a veces saltando para ver si encuentra algo más o para mostrarse un poco más. Y un día dejo de ver al perro ir y venir por los cuadrados y solo hay un perro tirado en el piso de la terraza cuadrada que está a dos terrazas de mi terraza. La vida insulsa no necesita puertas demasiado grandes.
Y vos?
Y vos?